sábado, 1 de junio de 2024

Análisis de emociones

Estado emocional de los encuestados

Introducción

Aun cuando siempre se señala el rol de las emociones en la salud física y mental de las personas y, por tanto, de las comunidades, aquéllas rara vez forman parte de los estudios que se lleva a cabo en distintas comunidades. Las personas que levantan la información y toman las distintas muestras médicas necesarias para hacer los análisis ciertamente se dan cuentan de las tendencias emocionales de las personas durante el proceso de intervención. No obstante, esta data no se incluye en los análisis. En la intervención realizada en la aldea San José de Limones se interrogó a algunas de las personas sobre cómo se sentían con respecto a un vector de emociones. A continuación se ofrece el resultado de este estudio.

Trabajo con una matriz de 86 casos y 11 variables:

  • uniqueKey: numeración consecutiva del 1 al 86 asignada a cada entrevistado,
  • Nombre y Apellido,
  • COD,
  • Edad,
  • Se siente Angustiado,
  • Se siente Triste,
  • Se siente Alegre,
  • Se siente con Rabia,
  • Se siente Inseguro en el (sic) Comunidad,
  • Se Inseguro (sic) en el Hogar.

Metodología

Dado que se indagó sobre las percepciones de los encuestados con respecto a cómo se sentían en términos de angustia, tristeza, ansiedad, alegría, rabia e inseguridad, se aplicó un escalamiento multidimensional de similitudes y diferencias con el objeto de:

  • capturar de qué forma se auto-representaban mentalmente los encuestados estas emociones en sus vidas cotidianas. Interesaba identificar las dimensiones emergentes a partir de la manera en que cada persona punteó la forma en que se sentía según la escala nunca, pocas veces, muchas veces, y todo el tiempo;
  • cómo se posicionaban en un mapa perceptual las emociones de acuerdo con el juicio hecho por cada entrevistado.

Posteriormente se aplicó un análisis descriptivo del conjunto de cateogrías emocionales, las que además se cruzaron con las variables edad y sexo. La edad fue suministrada en la data original. Dado que el mapa perceptual mostró la importancia de la edad en relación con los sentimientos, se categorizó en grupos de edades para facilitar comprender mejor en qué grupos qué emociones fueron valoradas en qué forma. En la data, sin embargo, no estaba presente el género del entrevistado. Se procedió a imputarlo a partir del nombre.

El resultado se ha visualizado empleando barras divergentes apiladas.

Se recategorizó el conjunto de emociones presentes en la matriz de


Hallazgos

De acuerdo con el mapa perceptual que emerge de las valoraciones que hicieron las personas sobre cómo se sentían, éstas parecen tener claro dos polos emocionales: en uno de ellos el estado emocional está claramente definido (no siente nada o expresa una emoción específica de manera tajante), en tanto que en el otro polo se expresan mezcla de sentimientos. Las personas se sienten a veces de una manera, y otras oportunidades de otras. Podríamos hablar de una suerte de carrusel emocional. Los polos claramente definidos se ubican en la segunda dimensión. Se puede observar que las dos emociones que mejor representan esta segunda dimensión son la ansiedad y la alegría. La primera dimensión está básicamente representada por la edad, la cual se ubica a 45% de las dos emociones representativas en la segunda dimensión, lo que sugiere que la edad influye en el hecho de que las personas se sientan ansiosas o alegres.

Las personas que se sienten ansionsas tienden a sentirse, en cierta medida, angustiadas. En tanto que las personas que se sienten tristes a menudo parecen también sentir rabia. La sensación de inseguridad no parece asociarse, como se podría suponer, ni con la ansiedad,la angustia o la rabia. Pareciera que las personas sólo "viven"la inseguridad, pero no la "padecen" en carne viva.


Grosso modo, y de acuerdo con se punteó cada persona en la escala presentada, las personas tendieron a expresar que sentían pocas veces con el listado de emociones que se les suministraron. En general no se siente inseguros ni en sus casas ni en la comunidad. Los que expresaron sentir inseguros en uno y otro lugar, señalan a la comunidad como el origen de la mayor sensación de inseguridad.





Las mujeres tienden a sentirse ansiosas con mayor frecuencia que los hombres. De éstos los que expresaron sentirse ansiosos casi nunca se sienten así todo el tiempo. Por otro lado, las mujeres tienden a sentirse más inseguras en los diferentes ámbitos en los que se mueven. Desde el punto de vista de la edad, son las personas jóvenes y las de 30 a 34 años las que expresaron sentir muchas veces o todo el tiempo ansiosas:


Grosso modo los encuestados no se siente angustiados.Hombres y mujeres expresaron con una frecuencia similar sentirse muchas veces angustiados; algunas de quellas expresaron de manera exclusiva sentirse todo el tiempo angustiadas. Con respecto a la edad, las personas de 65 años y más fueron las que manifestaron con mayor frecuencia sentir muchas veces o todo el tiempo angustiada:


Los encuestado pocas veces se sienten con rabia. Han sido las hombre y las personas en las edades entre 15-19, 30-34 y de 65 o más años quienes tendieron a expresar que muchas veces sienten rabia:


Las mujeres y las personas de 65 años y más expresaron con mayor frecuencia sentirse tristes:


Grosso modo las personas que respondieron la encuesta no se sienten inseguros en la comunidad. Un porcentaje reducido de personas, sobre todo mujeres, las personas entre 20 y 34 años manifestaron sentirse muchas veces y, o, todo el tiempo inseguros en la zona donde viven:


De manera predominante, los encuestado nunca se sienten inseguros en sus hogares. Llama la atención que hayan sido los hombres, muy pocos, quienes manifestaron sentirse inseguros en sus hogares. En cuanto a las edades, han sido personas de 55-59 y de 65 y más años los que tendieron a expresar que se sentían muchas veces inseguros en sus hogares:


Las personas que respondieron la encuesta se manifestaron sentirse básicamente alegres. Los hombre y las personas de 65 años o más tendieron a manifestar con mayor frecuencia sentirse pocas veces, o nunca, felices:

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